octubre 28, 2012

El parche




El parche

No te confundas, llevo este parche debido a mi esposa. Verás: hace un año mi esposa quiso sorprenderme con un pastel de cumpleaños, pero la sorpresa no resultó como ella esperaba. Debimos ir al cine, como hacemos cada año.
     No suelo dejarme convencer con facilidad, pero accedí a su petición de darle una mordida al pastel mientras ella canturreaba y daba de palmadas. Es posible que su esfuerzo para hacer de esa noche algo memorable, me conmoviera. Sólo así me explico el haber accedido a tan mala idea. (Debimos haber ido al cine.)
     Había olvidado por qué no me gustaban los pasteles de cumpleaños, pero su mano pesada y el rostro sumergido en aquella pasta azucarada me lo recordaron. Algo de crema se metió a mi ojo izquierdo, provocándome una severa infección. Ella me llevó a ver al médico a toda prisa. El tratamiento incluía el uso de un parche en el ojo.
     El médico me explicó que debía usar el parche a todas horas, aunque podía retirarlo para dormir. La idea de ir con el parche por las calles me molestaba, sobre todo era incómodo pensar en los compañeros del trabajo.
     Cansado por los acontecimientos del día, decidí ir a dormir temprano. Mi esposa ya estaba en la habitación, me ayudó a desvestirme, y cuando iba a retirarme el parche, dijo:
     —Déjatelo.
     Desde hace un año, mi esposa no quiere hacer el amor si no llevo el parche puesto.

No hay comentarios: